No hay tarea más difícil y dura que la de educar a un hijo, porque nadie adquiere de manera innata o infusa, los conocimientos y habilidades necesarias para ejercer como padre.
Es un aprendizaje que vamos adquiriendo poco a poco, muchas veces dejándonos llevar por el sentido común y la intuición y otras, por medio del ensayo-error o compartiendo experiencias con otros padres.
