domingo, 26 de mayo de 2013

Estados Unidos. Los padres se pirran por financiar la primera novela de sus críos

Todos los profesionales del gremio intuían que, tarde o temprano, las redes sociales y la autoedición revolucionarían el mundillo literario. Los chavales quieren presumir en Facebook, y las familias lo tienen mucho más fácil que antaño. Ya no hace falta ser un potentado para financiar el debut de los retoños. En el siglo XIX solo las clases más privilegiadas, como fue el caso de los padres de Daisy Ashford (1881-1972), podían permitirse el lujo de promocionar el talento de los literatos imberbes.