martes, 11 de junio de 2013

Objetivo: que los hijos hagan solos los deberes

Un niño de once años que acudía a consulta porque sus padres estaban preocupados por su rendimiento escolar me dijo “hemos suspendido tres esta evaluación”. Preguntado entonces a quiénes se refería, me dijo “mamá y yo” y pensativo añadió: “Aunque para ella es peor porque había estudiado más que yo”. Esta anécdota refleja el creciente aumento de preocupación de los padres porque sus hijos no hacen los deberes si no están ellos encima. Y además muestra una realidad nada cómica en los hogares: luchas diarias para conseguir que hagan los ejercicios, tardes enteras empleadas por toda la familia en las tareas del niño y un inevitable fracaso escolar con el tiempo. Y lo que es más importante: una absoluta falta de autonomía a la hora de estudiar y de aceptar como propia la responsabilidad académica.